Este 2015 ha sido un año muy intenso, tanto por las cosas buenas como por las cosas malas. He hecho tantas cosas nuevas, he sentido tantas emociones desconocidas para mí hasta ahora que no puedo más que dedicar unos minutos de mi tiempo a inmortalizarlas.
- He visitado Sevilla, Valencia, Ampuria Brava, Navarra, Munich, Dublín, Rímini, Siena, Bruselas, Brujas y Oporto, entre otros lugares.
- He conducido por primera vez un coche automático.
- He recorrido rutas increíbles en 4x4 por los Pirineos.
- He dormido en Andorra (ya tocaba quedarse, después de tanto visitarlo!)
- He ido a Caldea y Naturlandia.
- He fumado cachimba.
- Me he bañado en ropa interior en la playa.
- Me he bañado en la costa de otro país.
- He pasado un San Juan en la playa.
- He pasado dos noches cuidando a alguien en un hospital.
- He bailado encima de un podium.
- He dormido por primera vez (y muchas sucesivamente!) en una tienda de campaña en un camping.
-He visitado las Ramblas de Barcelona un Sant Jordi.
- He hecho un examen de oposiciones.
- He dormido en una tienda de techo.
- He hecho un trekking de 20 km (que con lo perra que soy a veces ya está bien).
- He pescado (o lo he intentado como mínimo).
- He hecho snorkel.
- He ido a trabajar sin sujetador
- He visto unos paisajes tan maravillosos que me cuesta explicarlos.
- He probado el lambrusco y los Gin Tonics.
- Me he hecho amiga de alguien a quién he conocido por Internet.
- He empezado a alejarme de algunas de las personas tóxicas de mi vida.
- He visto (¡por fin!) las películas de Star Wars.
- He pasado el fin de año con sólo una persona, alejada del mundo.
Sé que hay muchas otras cosas que me dejo en el tintero, pero es que han sido tantas y tan maravillosas experiencias que me cuesta recordarlas todas. He decidido poner casi exclusivamente cosas buenas en esta lista, porque al final son las buenas cosas las que quiero recordar. Cada vez que esté triste quiero pensar en todas las cosas nuevas que he probado, sonreír y sentir que estoy llena de vida aunque a veces no lo recuerde.
Espero (¡por pedir...!) que este 2016 conserve la intensidad y la novedad de 2015, pero que me traiga mucha fuerza, muchas sonrisas y se lleve lejos todas las lágrimas y la rabia que últimamente aparecen demasiado a menudo. Espero perder más miedos, ser más independiente y encontrar, finalmente, eso que sé que me hará feliz aunque aún no sepa lo que es.
De momento... ya lo he inaugurado haciendo un bautismo de submarinismo, así que pinta bien :)