martes, 19 de abril de 2016

Días grises

Cada vez siento que me he ido alejando más de lo que, sólo hace un par de años, me llenaba y me hacía feliz.
Alterno momentos de felicidad con bajones importantes, y poco a poco veo, impotente, como todo mi entorno se desmorona. A veces, sólo deseo pasarme el día durmiendo en la cama para no ser consciente de lo gris que es a veces todo.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Soledad /2

Después de un mes de euforia, de volver a ser la que era... me he vuelto a perder. No sé si era un espejismo, no sé qué era, pero la cuestión es que ya no está y no sé ya que es temporal y que no. ¿Lo es el bache? ¿O mi felicidad era sólo un oasis?

Estoy intentando pensar cómo definir la soledad. ¿Es un estado? ¿Una sensación? Siendo objetiva, la catalogaría como estado. Sin embargo, no lo soy, no puedo serlo. Estoy rodeada de personas, pero me siento terriblemente sola, corroída por este sentimiento. No sé qué me pasa... porque quiero estar sola. Sin embargo, una vez lo consigo, ya no quiero estarlo. Luego, cuando estoy con gente, sólo pienso en irme al refugio que es mi casa, a estar conmigo misma, martirizándome por no tener a nadie con quien estar... qué contradicción, ¿no?¿Soy yo? ¿Es la gente que me rodea, que, aunque genial, no es para mí?
Echo de menos tener amigas, de los amigos no tengo queja. Ahora le explicaba a una buena compañera de trabajo, que, en concreto, R., M. y D. llevan muchos años ahí y son los únicos que me hacen sentir arropada. Sin embargo,no sé porqué, es diferente. Tengo ganas de poder salir con un buen grupo de chicas; de tomar algo un domingo soleado mientras comentamos las últimas compras; tengo ganas de criticar con mis amigas a los hombres, y de quedarme encerrada con ellas un día en casa comiendo cantidades inmensas de patatas fritas. 

No sé porqué, de repente, vuelvo a sentirme así. Soy una mujer capaz, me siento bien en la soledad. Me desenvuelvo normalmente bien sola, confío en mi criterio y sé pasar tiempo sin nadie más... pero, a veces, siento que la soledad es impuesta, no elegida, y se me viene el mundo encima. Trato de recordarme que no, que siempre que quiero quedar con alguien hay alguna persona ahí; que siempre tengo mil cosas que hacer, que soy yo la que ha hecho una "criba" de personas tóxicas a mi alrededor... Pero ese sentimiento está ahí. Mirando hacia dentro, lo que echo de menos, lo que me gustaría tener, no es una amiga íntima, porque ya tengo gente así en la que puedo confiar... realmente lo que echo de menos es un grupo de amigas, o, como mucho, a la única persona que me hizo sentir que eso no importaba.

martes, 16 de febrero de 2016

Novedades 2016

- He hecho un bautismo de Submarinismo.
- He hecho mi primer cliente en una feria.
- He visitado Munich.
- Me he hecho pasaporte (de urgencia, en el aeropuerto y a una hora de coger un avión!)
- He recorrido durante tres días las calles de Amsterdam.
- He comido allí un Space Brownie (no muy recomendable) 
-He recorrido la Bretaña francesa.
- He cruzado el charco y visitado Panamá y Costa Rica.
- He hecho snorkel en el mar Caribe. 
- He hecho parapente
- He visitado Ginebra

lunes, 4 de enero de 2016

Año nuevo, ¿vida nueva?

Este 2015 ha sido un año muy intenso, tanto por las cosas buenas como por las cosas malas. He hecho tantas cosas nuevas, he sentido tantas emociones desconocidas para mí hasta ahora que no puedo más que dedicar unos minutos de mi tiempo a inmortalizarlas. 
- He visitado Sevilla, Valencia, Ampuria Brava, Navarra, Munich, Dublín, Rímini, Siena, Bruselas, Brujas y Oporto, entre otros lugares.
- He conducido por primera vez un coche automático.
- He recorrido rutas increíbles en 4x4 por los Pirineos.
- He dormido en Andorra (ya tocaba quedarse, después de tanto visitarlo!)
- He ido a Caldea y Naturlandia.
- He fumado cachimba.
- Me he bañado en ropa interior en la playa.
- Me he bañado en la costa de otro país.
- He pasado un San Juan en la playa.
- He pasado dos noches cuidando a alguien en un hospital. 
- He bailado encima de un podium.
- He dormido por primera vez (y muchas sucesivamente!) en una tienda de campaña en un camping.
-He visitado las Ramblas de Barcelona un Sant Jordi.
- He hecho un examen de oposiciones.
- He dormido en una tienda de techo.
- He hecho un trekking de 20 km (que con lo perra que soy a veces ya está bien).
- He pescado (o lo he intentado como mínimo).
- He hecho snorkel.
- He ido a trabajar sin sujetador
- He visto unos paisajes tan maravillosos que me cuesta explicarlos.
- He probado el lambrusco y los Gin Tonics.
- Me he hecho amiga de alguien a quién he conocido por Internet.
- He empezado a alejarme de algunas de las personas tóxicas de mi vida.
- He visto (¡por fin!) las películas de Star Wars.
- He pasado el fin de año con sólo una persona, alejada del mundo.

Sé que hay muchas otras cosas que me dejo en el tintero, pero es que han sido tantas y tan maravillosas experiencias que me cuesta recordarlas todas. He decidido poner casi exclusivamente cosas buenas en esta lista, porque al final son las buenas cosas las que quiero recordar. Cada vez que esté triste quiero pensar en todas las cosas nuevas que he probado, sonreír y sentir que estoy llena de vida aunque a veces no lo recuerde. 
Espero (¡por pedir...!) que este 2016 conserve la intensidad y la novedad de 2015, pero que me traiga mucha fuerza, muchas sonrisas y se lleve lejos todas las lágrimas y la rabia que últimamente aparecen demasiado a menudo. Espero perder más miedos, ser más independiente y encontrar, finalmente, eso que sé que me hará feliz aunque aún no sepa lo que es.
De momento... ya lo he inaugurado haciendo un bautismo de submarinismo, así que pinta bien :)

lunes, 23 de noviembre de 2015

Tengo novio (y no soy consciente)

Tengo novio, y no soy consciente. No me refiero a que me esté fijando en otras personas, no, soy incapaz de mirar a nadie porque lo que siento por él hace insignificante todo lo demás. No soy consciente porque me olvido de que me quiere. Me preocupo cuando no me escribe, cuando no sé nada de él, porque se me olvida que el amor no es una huella en la arena de la playa, que se va con la primera ola. El amor permanece, sobre todo cuando, como él, eres de esas personas que no lo sienten tan fácilmente.
Necesito mantenerme fuerte, porque he decidido querer a una persona que es diferente a todo aquello que nos encontramos habitualmente. Necesito ser fuerte por los dos, confiar en que saldrá bien por los dos, porque él confía demasiado poco en él. Es difícil mantenerse fuerte cuando tu pareja desaparece durante semanas, meses, en otro continente, absorbido por nuevos mundos, y no sabes apenas nada de él. Es difícil mantenerse fuerte cuando él mismo te dice que tiene miedo de fundirse con la naturaleza y olvidarse de todos aquellos a los que quiere. Es difícil mantenerse fuerte cuando dice que tiene miedo, si está fuera, de dejar de ser quien es y conocer a otra persona.
Debería haber aprendido a estas alturas que sus palabras se las lleva el viento. Que hará muchas de las cosas que dice, y algunas de esas cosas las haré con él. Que lo que tenga que llegar, llegará. Pero, a estas alturas, debería tener claro que me quiere (muy a su pesar) y que no va a olvidarme tan fácilmente. Debería aprender a quererme a mí misma lo suficiente para poder confiar en su amor. 

jueves, 12 de noviembre de 2015

Sigo esperándote...

Sigo llorando por ti

Y aunque en el infierno
Me suelo quedar,
Me estoy derritiendo
Me empiezo a quemar..

Con las uñas de los dedos
Arrancadas por los nervios
Solo queda el recuerdo
Y me siento vacío sin ti..

Sigo llorándote,
Sigo esperándote
Sigo pensando
Que no tengo remedio sin ti..
Sigo llorándote,
Sigo esperándote..
Sigo llorando por ti
Sigo llorando por ti

Cumpliendo condena
En esta soledad
Como una sirena
Que no tiene mar

Con los trozos
De un espejo
Esparcidos
Por el suelo
Solo queda el reflejo
Porque sigo vacío sin ti..

Sigo llorándote,
Sigo esperándote
Sigo pensando
Que no tengo remedio sin ti..
Sigo llorándote,
Sigo esperándote..
Sigo llorando por ti
Sigo llorando por ti

Y aunque estoy solo
Ya no siento miedo,
Si me despierto
Me vuelvo a dormir,
Muerto de frío
Me quemo por dentro,
Sigo llorando por ti
Sigo llorando por ti

Con las uñas de los dedos
Arrancadas por los nervios
Solo queda el recuerdo
Y me siento vacío sin ti..

Sigo llorándote,
Sigo esperándote
Sigo pensando
Que no tengo remedio sin ti..
Sigo llorándote,
Sigo esperándote..
Sigo llorando por ti
Sigo llorando por ti

Sigo llorándote
Sigo esperándote
Sigo pensando
Que no tengo remedio sin ti..
Sigo llorándote,
Sigo esperándote..
Sigo llorando por ti
Sigo llorando por ti...

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Soledad

Llevo mucho tiempo intentando identificar un sentimiento, pero cada vez que lo apresaba entre mis manos y trataba de analizarlo, se escurría, como el tiempo en un reloj de arena. 
Últimamente he aprendido a observar en la distancia ese sentimiento, acercándome a él cada vez más, hasta que me he hecho una idea aproximada de lo que era. Me siento sola y me siento deprimida, también decepcionada. Estoy cansada de tener que tirar de mucha gente, y más cansada todavía de tener que tirar de mí misma. Ahora, que no me apetece ser el motor de nadie, es cuando más de cerca veo mi soledad. Ahora es cuando veo que, salvo excepciones, si no digo nada mucha gente no se acuerda de mí. Ahora incluso me planteo, ¿habré actuado alguna vez así con una persona? No, no lo creo. No suelo necesitar que alguien me pida ayuda para darme cuenta de que la necesita. 
Llegados a este punto, me siento sola hasta cuando estoy con gente. Nada me llena, nada me divierte del todo y casi nada me apetece. Estar sola sí me apetece, fustigándome hasta en esos momentos por querer estarlo, y lamentándome por todas las cosas en mi vida que me faltan, pero que no sé lo que son. Empiezo a no disfrutar de mi propia presencia, porque no me reconozco en este ser despreciable y gris en el que me estoy convirtiendo.
No es que esté sola, es que me siento así, algo más infranqueable que estarlo realmente. No me importa hacer cosas por mi cuenta, al revés, lo valoro, pero empiezo a pensar que si desapareciera no habría demasiadas personas a las que le fuera a marcar demasiado.  
Puedo echarle la culpa a ÉL de parte de lo que me pasa, claro que sí. Sin embargo, me considero una persona justa. Él no me ayuda, incluso me hace sentir bastante peor, pero sólo es la punta del iceberg. Si la construcción de mis sentimientos se tambalea desde los cimientos, no puedo echar en cara a nadie si la parte superior se tambalea. 
Necesito que me echen una mano, eso también lo sé, porque llevo demasiado tiempo tratando de tirar de mí sola y no lo consigo. No veo a ningún caballero de brillante armadura (o damisela) tratando de llegar a esta torre que me he construido para ayudarme, al contrario, el paisaje permanece impávido día tras día, mes tras mes, año tras año. No veo a nadie y, para colmo, yo misma lleno de obstáculos el sendero de escape. 
Cuando no dejas que nadie te ayude porque sólo tú misma eres capaz de venirte arriba, ¿cómo te obligas a ayudarte?